Calabaza, la estrella del otoño
Un año más llega el otoño y con él la apreciada calabaza, la estrella del otoño. No me diréis que no, en torno a la alimentación otoñal, la llegada de esta estación marca el inicio de productos ricos en betacarotenos, de tonos y colores naranjas, al igual que las hojas que caen y los atardeceres propios de estos meses en los que ya empieza a oscurecer antes y empezamos a notar que el calor nos deja para dar paso al fresco más otoñal.
El otoño ya está aquí, no hay duda.
La calabaza es el fruto de la calabacera, normalmente de grandes dimensiones, poderosa y de corteza gruesa. En alimentación, destaca por su abundante pulpa rica en nutrientes y sus grandes flores, que son una delicia. Además podemos encontrarla en diferentes formatos, desde la calabaza tradicional de Halloween a la calabaza cacahuete, todas ellas de diferentes formas y colores.
¿Cuáles son los nutrientes de la calabaza?
Sin lugar a dudas lo que predomina en la calabaza es su color, un potente color naranja que nos indica ya, que estamos ante una fuente de carotenos importante.
Los carotenos nos proporcionan antioxidantes para nuestro organismo, gracias a los cuales neutralizamos los radicales libres, previniendo y ralentizando de esta forma la aparición y/o desarrollo de algunas enfermedades.
Si bien los carotenos son importantes en la composición de la calabaza, no menos lo son sus vitaminas, abundante la C, que al tiempo que los carotenos ayuda a prevenir el colesterol malo, siendo aliada en la lucha contra las enfermedades cardiovasculares.
Destaca también su contenido en licopeno y en vitamina B, la calabaza es rica en ácido fólico, de gran importancia sobre todo en embarazadas ya que previene los defectos del tubo neural en los bebés.
¿Qué propiedades podemos atribuirle a la calabaza?
Estamos ante un alimento que nos ayuda a la hora de perder peso, gracias, sobre todo a la cantidad de agua que contiene. Además es un alimento saciante y que nos aporta muy pocas calorías, por lo que es aconsejable incluirla en dietas de adelgazamiento y de pérdida de grasa.
La calabaza además es en su mayoría agua, esta nos ayuda a evitar la retención de líquidos y a eliminar de esta forma toxinas de nuestro organismo.
La calabaza, además, es rica en fibra por lo que se convierte en una ayuda en casos de estreñimiento, cuidando así además nuestro intestino.
Los betacarotenos de la calabaza son los responsables de que tenga el color naranja tan representativo. En nuestro cuerpo, esta sustancia se transforma en Vitamina A, responsable del funcionamiento correcto de los ojos, así como de la piel. ¿Para qué queremos cremas repletas de químicos si tenemos en nuestra mano la calabaza, que nos cuida la piel gracias a sus antioxidantes? Juventud al alcance de todos.
En casos de anemia o déficit de hierro, la calabaza nos ayuda a paliar sus efectos, gracias a su alto contenido en hierro, por lo que también la recomendamos en casos de menstruaciones abundantes o de pérdidas de sangre típicas dadas por ejemplo tras un parto o una donación de sangre.
Contiene además triptófano, un antidepresivo natural, así que ante casos de depresión o decaimiento general, incluye la calabaza en tu dieta diaria y verás como ayuda a combatir estos estados de ánimo. Siempre, tras consultar al médico de cabecera, ya que la alimentación por sí misma no cura, aunque sí ayuda.
En casos de insomnio también nos es favorable, gracias al citado anteriormente, triptófano. Una crema de calabaza calentita en esta época es el mejor remedio contra el insomnio.
En casos de diabetes, gracias a que sus hidratos de carbono son de absorción lenta, gracias en parte a su contenido en fibra, hace que los niveles de azúcar se mantengan constantes, por lo que también en casos de diabetes es recomendable el consumo de la calabaza, como decimos, la estrella del otoño.
Otra de las ventajas que nos trae la calabaza es que gracias a su gran cantidad de vitamina C protege nuestro sistema inmune, cuidándonos en esta época en la que los resfriados son tan propicios.
En casos de acidez de estómago, gastritis o problemas digestivos, también puedes beneficiarte de las propiedades de la calabaza, que en estos casos ayudará a suavizar y proteger la mucosa intestinal.
La calabaza, la estrella de otoño y todo un súper alimento al alcance de todos los bolsillos. Un alimento tradicional que nos recuerda que el otoño ya está aquí y que nos invita a preparar suculentos platos en la que ella será la protagonista. Pero, ¿y cómo cocinar la calabaza?, veamos.
La calabaza y su versatilidad en la cocina.
Si algo tiene la estrella del otoño, es su versatilidad. Esto es que podemos disfrutar de ella tanto en platos dulces como en platos salados donde la calabaza impregna el plato de toques dulces y de un sutil sabor.
A la hora de cocinarla, también tenemos que hablar de versatilidad, puesto que admite todo tipo de cocinados. Desde el crudo al horno, pasando por el vapor, cocción corta o larga, fritura o a la brasa, la cocines como la cocines, hará las delicias de todos.
Prueba a añadirlas en tus ensaladas, tanto de forma cruda como en trozos cocidos templados para darle un punto de temperatura a la ensalada, una buena vinagreta y tendrás un plato nutritivo y saludable propio de esta estación.
Otra opción son los buñuelos, de los que te dejamos la siguiente receta, ( Enlace: https://www.directoalpaladar.com/postres/bunuelos-de-calabaza-receta-tradicional ).
Un clásico, la crema o puré de calabaza. Perfecta como hemos indicado más arriba para disfrutar de una cena relajante que nos prepare para una noche de sueño reparador.
Dulces, bizcochos, pasteles, flanes, gelatinas... atrévete a usar la calabaza como ingrediente principal de tus recetas dulces. Aportará el toque dulce que necesitas sin tener que recurrir a los azúcares industriales y refinados.
¿Cómo cocinar la calabaza?
A estas alturas estamos convencidos de que querrás incorporar la calabaza en tu día a día, así que te damos las claves para que la cocines y no te tire para atrás su tamaño o presentación en el mercado.
Antes de nada deberás elegir la pieza en el mercado, decántate por una que lustre bonita, de color homogéneo y que no presente golpes. A día de hoy, para facilitarnos las cosas, puedes comprarla entera o directamente optar por comprar un trozo, de este modo nos ahorramos el tener que cortarla, algo que suele echarnos para atrás a la hora de comprar la calabaza cruda en el mercado.
También puedes encontrarla ya limpia y troceada, e incluso cocida, como la que os ofrecemos desde Huercasa. Lista para consumir o para añadirla en tus platos y recetas preferidas para así no perder ni un segundo en la cocina y dedicarte a disfrutar de otros menesteres al tiempo que cuidas tu alimentación. ( Enlace: https://www.huercasa.com/shop/calabaza/13-calabaza-dados-huerc-flow-250g.html ).
Si has comprado la calabaza al natural, cruda, lo primero que necesitarás será un buen cuchillo para pelarla y trocearla.
Te recomendamos no tirar las semillas y usarlas para por ejemplo dejarlas secar, tostarlas y añadirlas como complemento a tus ensaladas o si prefieres para hacer una rica bebida vegetal. Las semillas de la calabaza son otra gran fuente de nutrientes así que no dejes de beneficiarte de ellos, tienen un alto valor nutricional, son, entre otros, ricas en vitaminas A, B, E y F, también en aminoácidos esenciales y aunque no pudiera parecerlo tienen una gran cantidad de proteínas. También algunos minerales importantes como son el fósforo y el magnesio, el zinc y además mucho hierro y ácido linoléico. ¡Casi nada!
Una vez tengamos los trozos de calabaza sólo tendrás que elegir el método de cocinado que quieras darle.
Recuerda que admite cualquiera, desde el vapor hasta el horno o las brasas.
Cuanto más pequeños hagamos los trozos más rápido de cocinará, reduciendo así también el consumo de luz-gas en tu cocina. El tiempo de cocinado irá desde los 5 minutos para una cocción corta hasta los 20 o 30 minutos si queremos hacerla a la brasa o al horno partiendo de la calabaza en crudo.
Una vez la tengas cocinada a tu gusto, cosa que podrás comprobar cuando los trozos estén tiernos, más o menos a tu gusto, puedes usarla para tus recetas preferidas o consérvala en un recipiente en la nevera hasta una semana, para así ir usándola a tu conveniencia.
Ya no es excusa el que la calabaza sea complicada de pelar, de partir o de cocinar. Y si prefieres, recuerda, la de Huercasa viene lista para consumir o incorporar a tus platos, cocinada de forma completamente natural, sin aditivos ni conservantes, tal y como la prepararías tú en tu propia casa.
Para que te animes a experimentar, apunta estas recetas:
Hummus de calabaza:
Necesitamos para 4-5 comensales:
- 400 gramos de calabaza cocida.
- 300 gramos de garbanzos cocidos
- 2 dientes de ajo a los que retiraremos el corazón.
- 4 cucharadas soperas de tahini (crema de sésamo).
- 5 cucharadas soperas de zumo de limón.
- 125 mililitros de agua (modificar según espesor que deseéis).
- Sal al gusto.
- 4 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra (para poner por encima una vez terminado).
- Pimentón De la Vera (opcional para poner también por encima una vez terminado).
Procedimiento: Batir todos los ingredientes hasta lograr una textura cremosa. Podéis jugar con la cantidad de agua para más o menos densidad. Emplatar y decorar con el aceite y el pimentón por encima. Servir con tostas de pan, palitos de zanahoria o pepino en crudo... Además es ideal para rellenar los bocadillos de los más pequeños de la casa, ve cambiando la calabaza por otro ingrediente (remolacha, guisantes, aguacate, boniato...) y nunca se aburrirán.
Croquetas de calabaza y mozzarella:
A ver quién se resiste a estas crujientes al tiempo que suaves croquetas de calabaza. Una propuesta diferente que estamos seguros que querrás probar. ( Enlace: https://cookpad.com/es/recetas/5912580-albondigas-de-calabaza-y-queso-mozzarella )
Estofado vegetariano de calabaza:
Una propuesta de lo más nutritiva si sigues una dieta vegetariana o si prefieres reducir el consumo de carnes y pescados. Un estofado contundente que estamos seguros que te sorprenderá. ( Enlace: https://www.recetasgratis.net/receta-de-estofado-vegetariano-de-calabaza-70096.html ).
Gofres de calabaza:
Prepara los ingredientes y verás que rápido disfrutas de unos deliciosos y saludables gofres de calabaza. Necesitamos:
- 1 huevo entero.
- 4 claras de huevo.
- 150 gramos de calabaza cocida.
- 1 cucharada de semillas de chía previamente remojadas.
- 3 cucharadas de harina de arroz.
- 2 cucharadas de harina de avena.
- azúcar al gusto (puedes sustituirla por un par de dátiles).
Para prepararlos lo primero que haremos será poner a calentar la gofrera, en caso de no disponer de este aparato podemos hacer tortitas en una sartén y será igualmente válido.
Pincelamos con un poco de mantequilla para que podamos después separarlas bien y no se peguen y vamos añadiendo pequeñas porciones de masa.
La masa la habremos conseguido batiendo todos los ingredientes hasta tener una textura suave.
Cerremos la gofrera y dejamos un par de minutos hasta que la masa esté cocinada y dorada. En caso de hacerlo con la sartén doramos una cara y después damos la vuelta y doramos la otra cara.
Servimos acompañado de fruta fresca, como plátano en rodajas, chocolate caliente y de topping unas avellanas machadas. ¡Una delicia!.
Bollitos de leche y calabaza:
Una receta dulce y tremendamente golosa, te animamos a probar estos bollitos en los que la calabaza es sin duda protagonista de honor. ( Enlace: http://kanelaylimon.blogspot.com/2012/11/bollitos-de-leche-condensada-y-calabaza.html )
Si te has quedado con ganas de más, en este otro artículo que escribimos el año pasado, podrás además leer alguna curiosidad sobre este alimento que no te dejará indiferente, la calabaza, la estrella del otoño. ( Enlace: https://www.huercasa.com/es/blog/calabaza-cocida ).
Incluye la calabaza en tus platos y no te arrepentirás, además de disfrutar de todo su sabor, estarás beneficiándote de todo un súper alimento económico, sostenible y de temporada repleto de propiedades saludables para nuestro organismo. ¿Que más se puede pedir?