EL IRONMAN DE LANZAROTE EN PRIMERA PERSONA, CON NUESTRO ATLETA PAULINO MONTERO
Por fin llegó el día más esperado de la temporada. En ese momento te das cuenta de que los duros entrenamientos han merecido la pena.
Amaneció una mañana esperanzadora, buena temperatura y la piel de gallina al ver la playa de puerto del Carmen, en Lanzarote, abarrotada de triatletas arropados por los espectadores. El sol salía en el horizonte, mientras los casi 1.900 competidores nos situábamos en la línea de salida para participar en una de las pruebas más duras que existen, elIronman de Lanzarote.
A las 7:00 sonó la campana con la princesa Alexia de Grecia como embajadora de la carrera dando la salida.
En la primera fase de la prueba, siempre reservando fuerzas y sabiendo que nos quedan unas once horas por delante, realicé un sector de natación dentro del tiempo estimado (1h 02m.) y con muy buenas sensaciones.
En el segundo sector de carrera, nos montamos en la bicicleta, dirección al Timanfaya. A medida que pasaba el tiempo, el viento se fue enloqueciendo cada vez más, llegando al punto de que, a veces, se hacía complicado controlar la bici debido a las fuertes rachas laterales. El intenso viento es un reto más a superar, típico de Lanzarote, que convierte al Ironman de la isla en uno de los más complicados de todo el mundo.
Pedalada a pedalada fui ganando posiciones, pero siempre teniendo en cuenta que no podía gastar la barra de energía al máximo, para poder afrontar la maratón. Acabé la bicicleta con un tiempo de 6h 16m.
En el último tramo, pasadas las dos de la tarde, tocaba calzarse las zapatillas y darlo todo, con las fuerzas que apenas quedan, en la maratón. 42 kilómetros por delante, con viento y el sol radiante, como en una película del oeste. Los primeros kilómetros iba muy esperanzado ya que estaba mejorando los tiempos de años anteriores; todo iba sobre ruedas hasta los 20 últimos kilómetros, donde al descubrir que iba casi en cabeza de mi grupo de edad, quise apostar al máximo e intentar colocarme el primero. Fue entonces cuando llegó lo que, de forma coloquial, llamamos “el hombre del mazo” y me obligó a llegar a la meta entre tirones.
24 MAY EL IRONMAN DE LANZAROTE EN PRIMERA PERSONA, CON NUESTRO ATLETA PAULINO MONTERO
Publicado a las 14:42h en *Blog, Huercasa, Paulino por admin 0 Comentarios
Por fin llegó el día más esperado de la temporada. En ese momento te das cuenta de que los duros entrenamientos han merecido la pena.
Amaneció una mañana esperanzadora, buena temperatura y la piel de gallina al ver la playa de puerto del Carmen, en Lanzarote, abarrotada de triatletas arropados por los espectadores. El sol salía en el horizonte, mientras los casi 1.900 competidores nos situábamos en la línea de salida para participar en una de las pruebas más duras que existen, elIronman de Lanzarote.
A las 7:00 sonó la campana con la princesa Alexia de Grecia como embajadora de la carrera dando la salida.
En la primera fase de la prueba, siempre reservando fuerzas y sabiendo que nos quedan unas once horas por delante, realicé un sector de natación dentro del tiempo estimado (1h 02m.) y con muy buenas sensaciones.
En el segundo sector de carrera, nos montamos en la bicicleta, dirección al Timanfaya. A medida que pasaba el tiempo, el viento se fue enloqueciendo cada vez más, llegando al punto de que, a veces, se hacía complicado controlar la bici debido a las fuertes rachas laterales. El intenso viento es un reto más a superar, típico de Lanzarote, que convierte al Ironman de la isla en uno de los más complicados de todo el mundo.
Pedalada a pedalada fui ganando posiciones, pero siempre teniendo en cuenta que no podía gastar la barra de energía al máximo, para poder afrontar la maratón. Acabé la bicicleta con un tiempo de 6h 16m.
En el último tramo, pasadas las dos de la tarde, tocaba calzarse las zapatillas y darlo todo, con las fuerzas que apenas quedan, en la maratón. 42 kilómetros por delante, con viento y el sol radiante, como en una película del oeste. Los primeros kilómetros iba muy esperanzado ya que estaba mejorando los tiempos de años anteriores; todo iba sobre ruedas hasta los 20 últimos kilómetros, donde al descubrir que iba casi en cabeza de mi grupo de edad, quise apostar al máximo e intentar colocarme el primero. Fue entonces cuando llegó lo que, de forma coloquial, llamamos “el hombre del mazo” y me obligó a llegar a la meta entre tirones.
Resultado final: 11h 45m de tiempo total y con la posición 356. Satisfecho, en cualquier caso, por participar y por un más que buen resultado, en una competitiva prueba en la que participaron cerca de 1.900 atletas.
Ahora, a por el triatlón de media distancia de Riaza.